No dejes de caminar

Hoy he decidido traducir otro artículo de mi blog.
Escribí este texto hace casi dos años y, desde ese periodo, todo ha cambiado en mi vida. Claro, la situación ahora está totalmente diferente, pero algunas cosas siempre se quedan y yo sigo amando caminar en unos particulares contextos y sentiendo algunos tipos de emociones.

Duración: 1 hora

Total producción de textos: 12 horas y 30 minutos

Este es mi trabajo:

NO DEJES DE CAMINAR

Amo tener la música en las orejas y caminar sin meta.

O mejor, cambiando la meta a medida que se avanza.

Amo tener la música en las orejas y, mientras ando, escrutar los gestos y las reacciones de los demás en momentos de vida cotidiana: me encanta verlos aparcar, caminar, hablar por teléfono o estudiar.

Amo tener la música en las orejas y verlos contentos, relajados o – ¿por qué no? – también enfadados, conscientes que para ellos, sin embargo, estas acciones de rutina solo son una pequeña gota de un gran lago llamado vida, llena de otros eventos que la hacen completa.

Amo tener la música en las orejas y vivir como un transeúnte, un transeúnte invisible pero al que nada escapa, que nota cada detaille de un césped que se balancea al soplo del viento, que observa la belleza de un día de sol primaveral y que nota lo lindo que es ver las personas que, felices, solas o en compañia, aprovechan de ese magnífico esplendor que la naturaleza nos regala.

Amo tener la música en las orejas y sentirme un espejo, capaz de entender los pensamientos de la gente y de sentir felicidad en el ver a los demás felices de hacer aquellas pequeñas acciones que he mencionado, que hacen todo más dulce y variado.

Amo tener la música en las orejas y darme cuenta que en dieciocho años siempre he caminado sin meta, siempre he sido un transeúnte, siempre me he sentido un espejo: para vivir mi vida, evidentemente, aún no ha llegado el momento.


Y aquí está el enlace con el texto original:
https://deeperthananyone.wordpress.com/2015/10/16/non-smettere-di-camminare/